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Referencia: Código 11306
Noviembre de 2024 - P. Walter Kowalski - Refª 11306
P. Walter Kowalski
Noviembre de 2024 Páginas: 125
Código 11306 ISBN/EAN: 9788412928334
CONTENIDO: El cristianismo no es un código de conducta ni un conjunto de costumbres y normas, sino ante todo es el encuentro con una “Persona, Jesucristo, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”. En un sentido vital podría entenderse por regla, la razón a la que han de ajustarse las decisiones y las acciones de la vida para llegar a la plenitud y así adecuar todo el actuar, el pensar y las decisiones al sentido que se quiera dar a la existencia. El bautizado en Cristo es consciente de que además del hecho de haber nacido y existir en este mundo, por gracia de Dios tiene también una vida nueva, porque "Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo… y nos ha destinado por medio de Jesucristo, a ser sus hijos" (Ef. 1,4-5). El pensar que no somos producto del azar sino de un proyecto amoroso de Dios y que hemos sido deseados y amados incluso antes de la creación del mundo, nos llena de inmensa felicidad. Ser auténtico hijo de Dios en plenitud es el sentido de nuestra existencia. Una regla de vida debe ayudarnos a configurar nuestra vida según la filiación divina que recibimos por gracia. Un gran don conlleva una gran responsabilidad. Tener delante una regla que nos ayude a recordar nuestra responsabilidad, puede llegar a ser un buen instrumento para custodiar el don recibido.
Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia (2Tm. 1,9) El poder de la gracia está por encima de cualquier esfuerzo, obra o acción humana. Todo es gracia. "En efecto por gracia estáis salvados, mediante la fe. Y esto no viene de vosotros: es don de Dios. Tampoco viene de las obras, para que nadie pueda presumir" (Ef. 2,8-9). Sin embargo, estamos llamados a prestar colaboración a la gracia de Dios, de esta forma Dios respeta nuestra libertad; la gracia es un don que se recibe y no una imposición que nos desborde y al tiempo nos someta. Metanoia (del griego μετάνοια, cambio de mentalidad) es el punto de partida que Jesús propone para dar espacio a la gracia en mi vida y así creer en el Evangelio, “Cambiad de mentalidad y creed en el Evangelio” (Mc 1, 15). El Evangelio de Jesucristo es una novedad única, jamás antes concebida y que supera lo meramente informativo para ser realmente operativo. Acoger el Evangelio, creer en él, es un don divino que requiere una mentalidad nueva, una nueva lógica sobre la cual construir la vida, sus afectos y deseos, sus decisiones y proyectos. Así, en ese proceso de metanoia, el Evangelio de Jesucristo se va transformando en una regla de vida, en una norma interna que surge sin esfuerzo de lo más profundo, a la que se ajusta el comportamiento, la forma de concebir lo falso o verdadero, los impulsos volitivos y los afectos más íntimos.
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