Secretariado Nacional de Liturgia
Reimpresión 1998 de la 1ª edición Páginas: 2747
Código 1151
CONTENIDO: Este NUEVO MISAL DEL VATICANO II, en un solo tomo, sorprende por su fácil manejo. Su estructura está claramente definida y conduce a una utilización precisa, aún para aquellos fieles no excesivamente familiarizados con el uso del misal. Tanto el Sumario de las primeras páginas, como el detallado Indice de las últimas, favorecen una localización rápida de los textos litúrgicos buscados. Además cada domingo y fiesta importante van precedidos de introducciones concisas y claras que ayudan a comprender el sentido de los textos, especialmente de las lecturas, establecidas por la Iglesia en tres sabias programaciones a lo largo de los tres ciclos litúrgicos (A, B y C) de los domingos y fiestas, así como la vertebración de los días comunes en dos grandes grupos de lecturas (años pares e impares). De este modo, el misa! manual que presentamos desea ser una pequeña «Guia del leccionario» de gran utilidad para preparar las homilías y las mismas celebraciones por los sacerdotes y los equipos de liturgia sin perder de vista el orden bíblico, teológico y pastoral con el que la Iglesia ha distribuido las lecturas en el Leccionario. Al tratarse de un solo tomo, por razones prácticas, las introducciones son necesariamente muy breves. También ha logrado que las oraciones de cada misa enmarquen todas las lecturas previstas para cada día en los diferentes ciclos, evitando la dispersión de los textos. Encuentro muy útil toda la parte final de este NUEVO MISAL DEL VATICANO II, en la que se recogen los diversos sacramentos con una selección de los textos litúrgicos de cada uno, así como la novedad de incluir algunas bendiciones extraídas del nuevo Bendicional, con las variantes y circunstancias en las que un seglar puede impartirlas. Y, por último, los completos Indices bíblicos que nos remiten a las diferentes páginas donde se hallan los textos que, en determinadas circunstancias, queremos utilizar. Es, pues, una obra que sin pretender, por supuesto, sustituir a los leccionarios, los rituales o al libro de altar oficiales, sí ayuda, en la medida de su recta utilización, a fomentar la piedad cristiana por un lado, y también a la tarea pastoral de los sacerdotes en aquellos momentos en que, fuera del templo, tengan celebraciones para grupos particulares.